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LA VIA ILUMINATIVA La dirección espiritual no hay que redu– cirla a momentos de crisis provocados por la edad, cambios de situación, etc., por ejemplo: pubertad, conversión de vida, problema de la vocación, servicio militar, r;oviazgo, etc., etc. La dirección espiritual abarca todo ese proceso negativo de la vía purgativa, de la terapéutica del espíritu, pero abarca más, mucho más. Se trata de la formación integral, se trata de formar al hombre en Cristo, único_mode– lo de perfección o, mejor au12. como nos ense– ña San Pablo: f armar a Cristo en el hombre: "Filioli mei, quos iterum parturio, donec for– metur Christus in vobis": "¡ Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto hasf!J:.. ver a Cristo formado en vosotros!" (Ep. a los Gálatas, IV, 19). Salvarse sí, pero dando gloria a Dios. Sal– varse dando gloria a Dios y para dar gloria a Dios. Salvarse salvando a otros. Esta debe ser nuestra ilusión. El cristiano ha de procurar esta gloria de • Dios por la incorporación a Cristo como miembro de su C1:1erpo Místico. Todo este proceso se realiza sobre todo en la Vía iluminativa. Se llama así por consistir especialmente en 49

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