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rificación del alma quitándole los impedi– mentos que tiene para la virtud como son los pecados y el desorden de las pasiones o afi– ciones terrenas, por lo cual se hallan en la -.. vía purgativa. Los proficientes son jóvenes en el espíritu y por tanto animosos, decididos y resueltos. Su ocupación preferente, quitados ya los estorbos principales que les impedían andar (pecados, vicios y desorden de pasiones) consiste en conseguir las virtudes con la imi– tación de Jesucristo, por todo lo cual se hallan constituídos en la vía iluminativa. Por último los perfectos, a ~emejanza del hombre de edad viril, son prudentes, cons– tantes y viven olvidados de su propio interés para atender al de Dios y del prójimo en el apostolado. Su labor principal consiste en unirse más y más con Dios por conocimiento y amor y por lo mismo se hallan en la vía unitiva. (P. Naval, Ascética y mística). Pero nunca nos cansaremos de repetir que la distinción o diferencia de esas tres vías no tier.e nada de absoluto ni de matemático: "se "pasa insensiblemente de una a otra sin que "sea posible poner un valladar entre ellas; el "progreso no es además siempre constante y "es un movimiento vital que tiene diversas "alternativas: flujo y reflujo, progreso y "retroceso; a veces adelanta, otras retroce– " de, y hay tiempos en que parece moverse 25