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Manifestaciones de la cultura emblemática del barroco en Navarra Príncipe de Viana (PV) , 254 (2011), 277-298 283 ISSN: 0032-8472 [7] que si un símil o fábula no sirven al empeño, bien porque resultan incom- prensibles, bien porque tan solo mueven a la risa, indigno será traerlos a la seriedad del púlpito; pero si el orador encuentra en ellos materia para remover las conciencias y guiarlas hacia el arrepentimiento, deberá emplearlos, de la misma manera que Cristo explicó en multitud de ocasiones su doctrina a los discípulos por medio de parábolas. En definitiva, un buen símil, una buena comparación, recrea el oído y da satisfacción al entendimiento. Entre los repertorios emblemáticos que manejó Félix Bretos no falta el Em- blematum libellus de Andrea Alciato, una de las fuentes más consultadas en la oratoria sagrada española, por ser autoridad reconocida en la materia e incluso admitida en las instrucciones de predicadores  16 . El predicador pamplonés se sir- ve de diversos emblemas alciatinos para apoyar sus enseñanzas  17 . Así por ejem- plo, compara la Justicia divina con el emblema « Prudens magis quam loquax » (Más prudente que locuaz), que muestra una lechuza inscrita en el interior del escudo de Palas Atenea, la diosa de la sabiduría. Significa al respecto que la le- chuza es ave nocturna que observa el comportamiento casi siempre pecador de los hombres amparados por la oscuridad, y por tal motivo se retira a enjugar sus lágrimas en el escudo, símbolo de justicia y venganza. Así también, el cristiano virtuoso que contemple los excesos cometidos por los demás deberá refugiarse en el escudo protector de Cristo, el cual aplicará los rigores de su Justicia a quie- nes no se corrijan  18 . Mas no olvida Bretos que tales rigores serán atemperados por la Misericordia de María nuestra Madre, y acude para ejemplificarlo a un nuevo emblema alciatino, que bajo el mote « Vis amoris » (La fuerza del amor) muestra al Amor que rompe el arco y las flechas y detiene el rayo jupiterino enviado para castigar las ofensas de los hombres, reduciendo toda su furia a pavesas (fig. 1 ). Así también María se interpone entre Dios y los hombres, de manera que su maternal amor y misericordia moderan las iras del castigo divino al que nos hemos hecho acreedores por nuestros pecados  19 . La reflexión sobre el comportamiento humano en materia de casamiento le lleva igualmente a Bretos a valerse de otro emblema de Alciato, concreta- mente aquél que con el mote « Nupta contagioso » (La casada con un infeccioso) representa al cruel Mezencio, señor de la ciudad de Agila, que hacía morir a los vivos abrazados a los muertos, según el testimonio de Virgilio en la Eneida. Así como Alciato compara el comportamiento de Mezencio con el del pa- dre que daba a su hija en matrimonio a un buboso, el predicador capuchino propone esta imagen como ejemplo del hombre que todo lo fía al soplo de la fortuna y que actúa cegado por ésta, pues con semejante comportamiento se verá arrastrado a la muerte; mas quien acude confiadamente a Dios y deposita el acierto de sus actos en la divina voluntad, gozará de una feliz travesía en esta vida y arribará al puerto seguro de la eternidad  20 . 16  A zanza L ópez , J. J., «Alciato moralizado. Los emblemas alciatinos como exempla en la oratoria sagrada», Emblemática y Religión en la Península Ibérica (Siglo de Oro) , Pamplona, Madrid y Frankfurt, Iberoamericana/Vervuert, 2010 , pp. 71 - 100 . 17  En nuestra reseña de los contenidos de los emblemas alciatinos hemos seguido la edición de A lciato , A ., Emblemas (ed. Santiago Sebastián), Madrid, Ediciones Akal, 1993 . 18  B retos , F., El Menor Predicador Capuchino , 1693 , p. 72 . 19  Ibid. , p. 571 . 20  B retos , F., El Menor Predicador Capuchino, op. cit. , 1695 , p. 526 .

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