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Manifestaciones de la cultura emblemática del barroco en Navarra Príncipe de Viana (PV) , 254 (2011), 277-298 287 ISSN: 0032-8472 [11] También recurre Bretos en diversas ocasiones a las Imagines Deorum del poeta italiano Vincenzo Cartari  24 . La primera de ellas, a propósito de la diosa Venus, a quien pintaban los antiguos en una carroza tirada por dos cisnes, ave que vive y muere cantando; así lo hace también quien se entrega al amor lascivo, cegado por éste y sin tener en cuenta el castigo que le espera por sus pecados  25 . Una nueva referencia tiene que ver con el Nilo, del que afirma Car- tari que adoraban como a un dios los egipcios; sin embargo –reflexiona el ca- puchino pamplonés–, tal idolatría les costó muy cara, pues en su persecución al pueblo israelita se adentraron confiados en sus aguas pensando que nada habían de temer de su falso dios, el cual acabó por sumergirlos en sus profun- didades. Así ocurrirá con aquellos que se abandonan a los falsos ídolos de sus satisfacciones y deseos, por cuanto quedarán anegados por su propio pecado y desamparados del verdadero Dios  26 . La tercera recoge la imagen del dios Júpiter, a quien en su deseo de premiar a los hombres pintaban con dos bolas en las manos, una de hierro y otra de oro, reflejo de la muerte y de la vida (fig. 3 ). Así también la divina mano del Señor nos colma de atenciones a lo largo de nuestra vida, y a Él debemos tanto el oro de la riqueza y abundancia, como el pesado hierro de la necesidad y pobreza que envía no como castigo, sino como penitencia y premio para la vida eterna; tanto en una como en otra circunstancia debemos elevar nuestra plegaria y gratitud a Dios, atendiendo a que nos da lo que considera justo en cada momento  27 . Se encuentran asimismo entre los repertorios emblemáticos consultados por el capuchino las cuatro centurias del Symbolorum et emblematum del mé- dico y botánico alemán Joachim Camerarius. Reflexiona Bretos sobre el ho- rror que debe causar a la naturaleza humana el pecado mortal, pues por él se pierde la gracia divina; y establece una comparación con el basilisco a partir de la enseñanza del médico y humanista alemán. Es el basilisco una mons- truosa serpiente cuya principal característica es la de matar con la mirada, de manera que muere si se mira en un espejo, y mata a un hombre con sólo fijar su vista en él; mas también el hombre puede acabar con el basilisco si se adelanta a mirarlo. A partir de las propiedades de la fantástica criatura recogi- das por Camerarius en el emblema lxxix del Symbolorum et emblematum ex aquatilibus et reptilibus desumptorum centuria quarta , que con el mote « Noxa nocenti » (Dañando a quien daña), muestra al basilisco reflejándose en un es- pejo  28 (fig. 4 ), desarrolla el orador su teoría sobre el pecado mortal, de manera que si fuésemos capaces de contemplar el daño que provoca en nuestra alma, acabaríamos con él y no le dejaríamos entrar en nosotros; mas como no em- pleamos nuestras potencias en mirar al pecado, es éste el que se apodera de nuestra alma y la deja muerta y en peor compañía que la de los dragones y fieras del infierno  29 . 24  C artari , V ., Imagines Deorum, qui ab antiquis colebantur , Lyon, 1581 . 25  B retos , F., El Menor Predicador Capuchino, op. cit. , 1693 , p. 36 . 26  Ibid. , 1694 , p. 126 . 27  Ibid ., p. 636 . 28  C amerarius , J ., Symbolorum et emblematum ex aquatilibus et reptilibus desumptorum centuria quarta , Nuremberg, 1604 , p. 80 . 29  B retos , F., El Menor Predicador Capuchino, op. cit. , 1694 , p. 82 .

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