BCCCAP00000000000000000001213

dose. Y, si no le hubiese regañado y engañado Saakí, Sabaseba hu– biese vivido entre los barí siempre. Si no hubiese sido por Saakí, Sa• baseba se hubiese casado con mujer barí. No hubiera habido, enton– ces, enfermedades entre los barí, veríamos de noche clarito, como Sabaseba. Saakí vio que la muchacha era muy bonita y la quiso para él. Sa– baseba volvió a insistir: «Estoy cansado de tanto caminar y tengo hambre. No puedo marchar». El papá de la muchacha había dejado ya avisado: «Si viene Sabaseba, que espere». Y le pasaron aviso al papá y éste dejó encargado esto. Saakí dijo que no. El papá hab:a dicho que Sabaseba se quedase. Saakí, en cambio, volvió a insistir a Sabaseba que se marchase. -Sabaseba se hubiese casado con mujer barí, si no hubiera sido por Saakí. Sabaseba se dirigió a Saakí: «Tú me regañaste. Pues, por esto, te vas a convertir ahora en báquiro. Porque no me atendiste, y me regañaste, te vas a convertir ahora en báquiro». Si le hubiera recibido Saakí, no habría habido enfermeda– des entre los barí, ni hubiese muerto ningún barí. También estaría todo llano, como donde vive Sabaseba y comeríamos «taichirokbá», la comida de Sabaseba, y no moriríamos. Saakí engañó a Sabaseba. Por eso Sabaseba le dijo que se mar– chaba rápido y lo convirtió en báquiro, por haber mentido a Saba– seba. Papá estaba en cacería. Los barí lo recibieron bien. El culpable de tocio fue Saakí. Fue él quien dijo a Sabaseba que siguiese su ca– mino. Si no hubiese sido por esto, Sabaseba estaría con nosotros, donde trabajó. No tendríamos dolor de cabeza, ni ninguna clase de enfer– medades. Dijo Sabaseba: «Estoy cansado. ¿ Dónde se fue el papá de la mu– chacha?•. Saakí, burlándose de Sabaseba, lo engañó. El papá de la muchacha llegó hacia mediodía. Preguntó por. Sabaseba y le dijeron que se había marchado. Saakí se reía mucho. Pero la gente le acon– sejaba. «¿ Por qué marchó?», preguntó. «Nosotros quisimos que se quedase. Pero Saakí no quiso», contestaron los barí. Papá, entonces, quiso buscarlo. Pero le replicaron que ya se había marchado y que estaría muy lejos. Los barí le dijeron a Sabaseba que se quedase, pero Saakí insistió en que se marchase. Saakí era bravo por las mujeres. Era chismoso Saakí y por eso engañó a Sabaseba. Sabaseba estaba cansado. El papá de la muchacha vino y pregun– tó: «¿A qué distancia estará Sabaseba?». Le contestaron: «¡Uf!, ya va muy lejos». Sabaseba quiso permanecer con los barí. De peque– ñita, la muchacha se la habían prometido a Sabaseba. A la salida del sol, Sabaseba convirtió a Saakí en báquiro. Por eso Saakí no puede ver de noche. Los barí le dijeron a Sabaseba que se quedase allí; pe– ro Saakí se opuso, diciendo: «Que se marche pronto». Saakí fue un embustero. Sabaseba no durmió con los barí. Se fue al atardecer, por la parte de donde se pone el sol, a «Barún Aschúa». Estaba cansado de tanto caminar. Sabaseba dijo: «Estoy cansado». Pero Saakí era 328

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz