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Por lo que concierne a su filiación lingüística no ha sido menos la confusi6n reinante. En un primer momento se crey6 pertenecían a la familia caribe -al stock lingüístico caribe-. Su lengua era considerada como un dialecto más dentro de los diferentes grupos de la gran fami– lia caribe. Fueron confundidos con el origen de los yukpa, que perte– necen a aquella familia. Hoy, después de los estudios realizados por Rivet-Armellada, po– demos afirmar la procedencia lingüística de los barí del antiguo pueblo chibcha que pobló los Andes colombianos 11 • Los barí enlazan con la introductor del término «barí» (baríra) -gente- en el año 1962. No estamos de acuerdo con esta opinión, pues A. de VrLLAMAÑÁN escribía ya en abril de 1961: «se llaman a sí mismos barira» ( Cómo se llaman los motilones, en Ven. Mis. 23 (1961) 100). Y en ese mismo año, algo más tarde, volvía a escribir: «Observé el placer que experimentaban al reconocerles .yo con el nombre de 'bar/', que a sí mismo se dan» (Una expedición que pudo ser trágica, en Ven. Mis. 23 (1961) 247). Podemos, en cambio, admitir, que fue Wilbert quien le hizo adquirir carta de ciudadanía en la antropología actual. Ciertamente es este nombre el más apropiado y con el que aparecen deno– minados en sus mitos (narración de sus orígenes... ). Directamente significa «gente», sujetos, personas de su propio grupo etnológico. En cuanto a la ter– minación en «ra» (baríra) pertenece a la parte de Colombia, y no es pro– piamente plural sino artículo. Las terminaciones en «ra» suelen ser bastante frecuentes en la parte colombiana; con menos frecuencia aparecen también en la venezolana. 11. Cf. P. RrVET - C. de ARMELLADA, a. c. Sobre su ubicación cultural chib– cha, pueden consultarse: A. de VrLLAMAÑÁN, Cómo se llaman... , 99; Hno. GINÉS - J. Wn.»ERT, a. c., 160-161. 166-168; A. de ALCÁCER, El indio motilón..., 154 · ss. donde se encuentran los argumentos principales a favor de esta proce– dencia cultural etnológica de los barí. El día 24 de julio de 1960, a pocos días del contacto pacífico definitivo, se realiza la visita de GINÉS - WILBERT en la que, del estudio filológico, se constata el hecho de que se trata realmente de una lengua de la familia chibcha (cf. A. de V1LLAMAÑÁN, Segunda entrada por tierra a los motilones, en Ven.Mis. 22 (1960) 360; ID., Avance sobre la Lengua Motilo– na, en Ven.Mis. 25 (1963) 286-306; ID., Vocabulario bari comparado. Comparación de los vocabularios de Fr. Francisco de Catarroja (1730) y Fr. Francisco Javier Alfaro (1788) con el barí actual, Caracas 1978. U. SANTOS FUENTE, El indio motilón harí. Clasificación lingüística, vacabulario, literatura, bibliografía, Caracas 1973. El estudio lingüístico más serio y completo científicamente es el realizado últimamente por R. ELBAN0 VIVAS - J. BAQUEQUE - H. OBREGÓN M., Léxico Barí-Español. Español-Barí, 141 pp. Ciclostila– do. Caracas, s. a. Con una introducción sobre Investigaciones en torno a la lengua barí y presentación de su sistema fonético. Cf., también, E. ELBAN0 VIVAS - H. ÜBREBÓN M., Las Investigaciones en torno a la lengua harí, su sistema fonético, en Ven.Mis. 44 (1985) 195-202. En relación al tema que nos ocupa, G. ALVAREZ nos comunica por escrito lo siguiente: «Hice un viaje expreso a la Sabana de Bogotá para estudiar "in situ" algunos asentamientos campesinos que aún conservan ciertas raíces chibchas. He aquí algunas cons– tataciones interesantes: - En la Plaza Mayor de Zipaquirá se encuentra el monumento a la diosa "Cfa" ( = luna). La "Cibáig" barí. En el argot popular campesino; aparecen aún términos autóctonos como "Tuba- 31

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