BCCCAP00000000000000000001213
¿Cómo se iniciaron estas relaciones conflictivas? Una vez más la tradición barí vuelve a los orígenes. Cuando los yukpa salieron de la ceniza de Sibabió, como luego veremos, Sabaseba les indicó un lugar geográfico preciso para que lo ocupase el grupo, lo respetasen, no jun– tándose con los batí. Pero no lo cumplieron. Un día, nos cuentan, desobedeciendo esta orden, encontraron en territorio barí a varios de éstos, a quienes asesinaron con cuchillos especiales. Desde entonces, los barí se convirtieron en sus enemigos. Otra tradición, esta vez prove– niente de Bokshí, trae a colación una pelea que en la antigüedad tuvieron los barí y los yukpa y que relatan de esta forma: «Un día, los barí salieron de casa, como de costumbre. Descubrieron una trocha especial y, cuando caminaban por ella, .uno de ellos fue flechado de repente. La flecha era de los yukpa. El que lo flechó, con los de su grupo, lo colgaron de un árbol con la cabeza hacia abajo -«con las patas arribita», traducen nuestros colaboradores-. Y desde entonces, los barí son enemigos de los yukpa». Otra de las razones que con carácter de ingenuidad maliciosa apor– tan nuestros informadores para justificar la culpabilidad de los yukpa en su enemistad con los barí es la siguiente: Viendo éstos que los yukpa tenían mejor calidad de flechas (de hierro especial), machetes, collares, ropas bonitas, de todo lo que los barí carecían, trataron éstos i' de hacerse con ello por todos los medios posibles y les preparaban emboscadas, robándoles cuanto podían ... 122 • 122. Como se deja entrever, no siempre los motivos de búsqueda de cul– pabilidad de los yukpa por parte de los bari es correcta. Aun reconociendo cierta superioridad étnica en diversos aspectos de éstos sobre los yukpa, lo que aparece con evidencia, creemos que la tradición barí no siempre presenta el origen de estas luchas con objetividad. Existe una infraestructura intencio– nal milenaria, que consideramos inconsciente, que proporciona a los relatos material cargado de ingenuidad maliciosa, desde donde se interpreta o se in– ventan acontecimientos para ejemplarizar el presupuesto del que se intenta par– tir. Creemos que es una infraestructura que se halla en la raíz de todos los mitos etiológicos. También la tradición yukpa pretende responder al porqué de sus luchas con las otras tribus vecinas. En nuestra información obtenida en el Centro Misional de Los Angeles del Tukuku de indígenas yukpa se nota en todos ellos cierta infravaloración de su grupo en relación a los barí. Par– ticularmente en el tema que nos ocupa. Sin embargo, aun reconociendo su cul– pabilidad, proponen también su explicación en la que los barí son inculpados de esta situación, debk!o a su tradicional fiereza que tanto era temida por ellos. Sobre los mitos etiológicos yukpa por los que se intenta justificar su separa– ción de los otros grupos vecinos distintos de su etnia, pueden consultarse J. \XIILBEii.T, Yup.a Folktales, Los Angeles 1974, 75 ss.; A. de VILLAMAÑÁN, Misión y Antropología. Origen del mundo y de los hombres y vida después de la muer- 120
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz