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1 1 La que fue fundadora de las Capuchinas de Huesca, la Madre Ana María, la antigua condesa de Plasencia, murió santamente el 13 de marzo de 1670, después de haber vivido en este monasterio de Nues– tra Señora del Pilar de Huesca por espacio de 22 años: Seis de Vica– ria, nueve de Abadesa, y los restantes, ocupando oficios humildes y sencillos. Como a todos los seres humanos, los sucesos que más afectaron la vida de estas monjas capuchinas de Huesca fueron las horas de guerra. Las cronistas nos relatan las angustias y tristezas que tuvieron que vivir. Con motivo de la Guerra de la Independencia, el 19 de agosto de 1808, se refugiaron en este monasterio de Huesca doce religiosas Capuchinas de Zaragoza. Pero pronto llegaron también las tropas fran– cesas a Huesca, y todas las Capuchinas, acompañadas del canónigo penitenciario de la Catedral oscense, Don Francisco Ara, tuvieron que abandonar el monasterio y refugiarse en la ermita de Nuesta Señora d.e la Peña, en Aniés. Después, pasaron al Santuario de Nuestra Señora del Viñedo, en la localidad de Castilsabás, ya que la primera ermita resul– taba insuficiente para albergar a treinta y cinco religiosas capuchinas. Después de pasar por estas pruebas dolorosas, compartiendo así en sus cuerpos los sufrimientos de Cristo, el 8 de mayo de 1809 tuvieron la dicha de regresar felices a su Monasterio de Nuestra Señora del Pilar de Huesca. Allí dieron gracias al Señor y cantaron alegres la salve a su querida Virgen del Pilar. Las Capuchinas zaragozanas que estaban hospedadas, tardaron bastante en regresar. El monasterio de Zaragoza estaba en ruinas. Fue el 5 de octubre de 1816 cuando tuvieron ese gozo de abandonaar Huesca y volver a su monasterio. También hay que recordar que más tarde, el 17 de octubre de 1868, ante la revolución política que sufría la ciudad, toda la Comuni– dad de las Clarisas del monasterio de Santa Clara de Huesca tuvieron que refugiarse en este monasterio de las Capuchinas de Nuestra Seño– ra del Pilar. Allí vivieron juntas las dos Comunidades hasta que pudieron regresar el 7 de febrero de 1872. -97-