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11. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR DE HUESCA (1648) La ciudad de Huesca, rica en historia, cultura y arte, capital de provincia, ha sido al mismo tiempo una ciudad floreciente en iglesias y conventos, como expresión de un pueblo creyente. Huesca no ha sido afortunada en la conservación de su patrimonio histórico-artístico. Por ejemplo han desaparecido algunos monumen– tos medievales como las encomiendas del Temple y de San Juan de Jerusalén; las iglesias de San Martín, San Cipriano, San Vicente del Sepulcro, San Vicente del Mercado y Santa Magdalena; y los conven– tos de San Francisco, Santo Domingo, Carmen y Capuchinos. No obstante, todavía quedan en pie con admiración de todos los visitantes grandes joyas de arte como la Catedral, San Pedro el Viejo y otras muchas. Las hijas de Santa Clara de Asís plantaron su monasterio en 1262. Después de tantos siglos de historia, permanecen fieles a la Regla de su santa Fundadora. Más tarde, llegaron las Clarisas Capuchinas con el mismo espíritu y Regla de Santa Clara, cuyo desarrollo histórico vamos a relatar. l. Fundación del Monasterio de Clarisas Capuchinas La fundación de este monasterio se debe a la Venerable Madre Ana María de Latrás, natural de Huesca e hija de los condes de Atarés. -95-