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- Quizás el suceso que más ha afectado a este monasterio ha sido la guerra civil española de 1936. Durante esta guerra mandaron desalojar el monasterio y cada religiosa procuró refugiarse en su casa. Dos de ellas, no pudiendo pasar para Navarra, decidieron ir a refugiarse a casa de otra hermana que era de Calasanz y allí encontraron la gloria del martirio por no apostatar de su fe en Cristo. Fueron fusiladas y quemadas, pero antes sufrieron verda– deras torturas morales. Al finalizar la guerra, regresaron dos Hermanas y con la que era hija de Monzón se fueron a vivir a la casita del capellán, que también había muerto martirizado. El monasterio de clarisas se encontraba totalmente destrozado. Pero una vez restaurado, se inició de nuevo la vida conventual. 3. Construcción del nuevo Monasterio Un hecho importante vino a reanimar la vida de esta Comunidad de Clarisas. Fue un verdadero regalo de Dios. En el año 1955, llegaron al Monasterio de Monzón 7 religiosas procedentes del Monasterio del Sagrado Corazón de Jesús de Cantalapiedra (Salamanca) a fin de reforzar esta Comunidad, que se encontraba muy reducida después de la guerra. Con la presencia de estas Hermanas se revitalizó el culto litúrgico y toda la vida y actividad. Ante el estado ruinoso en que se encontraba el monasterio, a con– secuencia de la guerra, fue preciso construir otro de nueva planta a las afueras de la ciudad. El día 17 de septiembre de 1961, en medio de una gran alegría y fiesta, la Comunidad se trasladó a vivir al edificio nuevo, que lleva por nombre "Monasterio de la Inmaculada". 4. Un monasterio al servicio de la Iglesia La ayuda que prestan las Hermanas Clarisas de Monzón a la Igle– sia se resume en tres palabras: El apostolado de la oración, del sacrifi– cio y del amor. -63-