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La "Dama Pobreza" que tanto quería y amaba San Francisco y Santa Clara era la que reinaban en aquel Monasterio de Clarisas de Barbastro. Pasaron por momentos difíciles, pero la providencia de Dios las fue sustentando con limosnas y regalos de los generosos corazones que siempre han existido en esta ciudad. 5. Abandono del Monasterio Las dos comunidades de Abiego y Barbastro vivieron juntas hasta el año 1969. El problema de falta de vocaciones fue agravándose de tal manera que en este mismo año, la pequeña comunidad decidió cerrar el convento y fusionarse con las Clarisas del Monasterio de la Santísima Trinidad de Valencia. Con lágrimas en los ojos tuvieron que abandonar el histórico y amado monasterio de Barbastro, donde durante siglos, cientos de reli– giosas se santificaron y oraron por las necesidades de esta ciudad del Somontano. "Clara fue primicia de pobres... Vaso de humildad, joyero de castidad, ardor de caridad, dulzor de benignidad, vigor de paciencia, lazo de paz, comunión de vida familiar, afable en el trato, apacible en todas sus acciones y siempre amable y grata". (Bula de canonización de Santa Clara) -45-