BCCCAP00000000000000000001212

hacer un Monasterio de religiosas de la Tercera Orden de San Francis– co de Asís, donde un día pudiera recibir cristiana sepultura, juntamen– te con su esposa. Por medio de los Reyes Católicos, obtuvo licencia Don Juan de Coloma del Papa Inocencia VIII para que dicha fundación se realizase. Fue el año 1484 cuando pudo entregar el nuevo monasterio a las religiosas, en la persona de la Abadesa Sor Catalina Peretas. Vinieron del Monasterio de Santa María de Jerusalén de la ciudad de Barcelona cuatro santas y ejemplares religiosas de la Tercera Orden de San Francisco de Asís. Una vez bendecido el monasterio por Sr. Arzobispo de Zaragoza don Alonso de Aragón, comenzaron su vida según la regla y el espíritu franciscano. Muchas jóvenes y señoras zaragozanas pedían ser admitidas en dicho monasterio, pero después de doce años de crecimiento espiritual, aquellas religiosas, anhelando una mayor perfección, pidieron a su fundador don Juan de Coloma que les alcanzase de la Santa Sede la supresión de la Tercera Orden y la erección del Monasterio según la Regla de Santa Clara. El Papa Alejandro VI les concedió esta gracia el año 1496. Desde esta célebre fecha, nació en el mundo un nuevo monasterio de Clarisas. Muy pronto se esparció y fue conocida la vida de santidad y peni– tencia que llevaban aquellas humildes monjas, a las que se unieron jóvenes con los mismo ideales, llenando rápidamente todo el Monaste– rio. Hay reseñas en las crónicas de monjas muertas en olor de santidad. Este primer monasterio estaba situado en el Paseo Independencia, en el solar donde hoy se alza el edificio del Cine Coliseo Equitativa, y fue demolido por completo en 1947. De este Monasterio de Jerusalén, rebosante de vocaciones y de santidad salieron las fundadoras de varios conventos: El de Concep– cionistas de Tarazana (1546); el de Concepcionistas de Epila (1621) y el de la Santa Espina de Gelsa (1621). El alto nivel de santidad que se respiraba en este Monasterio de Santa María de Jerusalén atrajo la admiración de ilustres personajes que fueron a visitarlo y a celebrar en él los actos litúrgicos. Las cróni– cas reseñan que en la Semana Santa de 1711 los reyes Felipe V y doña -36-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz