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clarisas. Allí permanecieron, custodiadas y veneradas con gran devo– ción por las hijas de Santa Clara, hasta que el 23 de agosto de 1903 fueron trasladadas al convento franciscano, una vez reparado de sus destrozos. Por eso, cuando todos los años, el 29 de agosto, se celebra la pro– cesión de los Santos Mártires por las calles turolenses, sus imágenes penetran en la actual iglesia de las clarisas, donde las Hermanas can– tan y veneran a los copatronos de la ciudad, cuyas reliquias guardaron con esmero durante 70 años. 6. El culto al Sagrado Corazón de Jesús Los jesuitas han sido siempre los promotores de la devoción al Corazón de Jesús. ¿Por qué está vinculado dicho culto al monasterio de las Clarisas? Era exactamente el año 1767. El rector del colegio de los Jesuitas de Teruel, fue obligado a salir de España por la expulsión del rey Carlos III. Antes de abandonar la ciudad, se acercó al locutorio de las clarisas confiándoles una preocupación: Que se encargasen de dar culto al Sagrado Corazón de Jesús. Las clarisas aceptaron con gozo el legado, y se comprometieron a hacer todo lo posible por fomentar y difundir esta devoción. El Rector de los Jesuitas les regaló un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús, que desapareció en la guerra de 1936. Desde entonces las Hermanas de Santa Clara han mantenido con gran esplendor el culto al Corazón de Jesús, llenándose la iglesia de fieles, en los actos litúrgicos del mes de julio. 7. Destrucción y expulsión con la Guerra Civil Después de tantos siglos de historia y de presencia en Teruel, el suceso más duro para las Hermanas Clarisas fue la Guerra Civil espa– ñola de 1936. Vamos a reseñar los hechos más llamativos para este monasterio y sus religiosas. Ante los hechos revolucionario, y anticlericales que se iban suce– diendo por España, el obispo de Teruel advirtió a las Hermanas Clari- -31-