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de 1868 provocaron que la Comunidad fuera expulsada del Monaste– rio por decreto de la Junta revolucionaria de esta ciudad de Huesca. Y lo más grave fue que el Estado les despojó del Monasterio y huertas y puso en venta la finca en concepto de bienes nacionales. Ante esta situación, la Comunidad fue acogida caritativamente en el convento de Clarisas Capuchinas de Huesca. Allí pasaron los meses sin que se viese la esperanza de cosa mejor. Por fin, Dios movió el corazón del Señor Duque de Villahermosa Don Marcelino de Aragón de Azlor, quien compró el Monasterio y huertas y lo donó a las mon– jas de Santa Clara, para que de nuevo rindieran a Dios el divino culto y cantasen alegres sus alabanzas. Su reinstalación se verificó el día 7 de febrero de 1872. Desde esta fecha, ya no ha salido más la Comuni– dad de su querido e histórico monasterio. 5. Devoción popular al Sagrado Corazón Dentro de las fiestas litúrgicas que con solemnidad siempre se han celebrado en este monasterio, merece especial mención la del Sagrado Corazón de Jesús. Fue la ilustre fundadora Doña Constanza quien siempre mantuvo una especial devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y María. La Comunidad ha sabido conservar esta tradición a lo largo de los siglos, y todos los años, el 7 de febrero se celebra una misa solemne con predicación en honor al Corazón de Jesús. También hay que notar que, a pesar de todo lo sufrido en las exclaustraciones, la Comunidad consiguió salvar la imagen preciosa y bizantina, regalada por la fundadora Doña Constanza, y que se le conoce y venera en el interior del claustro con el nombre de Nuestra Señora la Virgen de Gracia. 6. Situación actual El Monasterio está ubicado en la Plaza de Santa Clara 7, de la ciu– dad de Huesca. En él residen ocho Hermanas Clarisas. La aguda crisis vocacional que afecta a toda la Iglesia, también ha repercutido seria– mente en los monasterios de clausura. Sin embargo, ellas siguen cum– pliendo su misión vocacional, con las puertas de la esperanza abiertas para acoger a todas la jóvenes que quieran compartir su vida. -25-