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En el angustioso lance de la pasada Guerra Civil española (1936- 1939) este monasterio de Santa Catalina dio fraternal acogida a toda la Comunidad de clarisas de Teruel. Las veinte monjas permanecieron aquí todo el tiempo que duró la contienda. Como nota bonita, fraterna y hasta patriótica hay que reseñar que, al estar conviviendo dos comunidades y formar un colectivo muy numeroso, se dedicaron con toda ilusión a confeccionar prendas para hospitales y roperos militares. Capitanía General se vio tan agradecida ante este gesto de nuestras Hermanas que al final de la lucha les con– cedió la "Medalla de trabajo por la patria", que se conserva en el archivo del monasterio. Por motivo de esta Guerra Civil también fue acogida en este monasterio Sor Mercedes, procedente de la Comunidad de San Pas– cual de Madrid. 5. Nueva construcción del monasterio Los planes urbanísticos de la ciudad de Zaragoza motivaron que el año 1928 fuera derribado el monasterio antiguo, construyéndose el actual. Su arquitecto fue D. Luis de la Figuera, realizando una facha– da de buena orientación y disposición con prolijas labores de ladrillo de cara vista. El interior es alegre, soleado y acogedor. Este edificio ha sido declarado de interés arquitectónico. Se encuentra ubicado en la calle Arquitecto Magdalena 1-3. En el pateón o cripta concentual se encuentran restos del antiguo cementerio, encontrados en las excavaciones efectuadas en el subsuelo de esta calle Arquitecto Magadalena, en septiembre de 1968. Han sido colocados con piedad y amor en un sarcófago con lápida grabada, per– teneciente a la sepultura de la ilustre doña Juana de Aragón, monja abadesa que fue de este monasterio. 6. Casa de Oración en el centro de la ciudad Recientemente se han llevado a cabo nuevas obras de renovación. El año 1989 el monasterio vendió un trocito de huerta y con el importe se ha restaurado la iglesia, que ha quedado noble y acogedora.

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