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Y por medio de la oración, se unen a los problemas y necesidades de todos los hombres. 3. Ser pobre y estar con los pobres La hermana clarisa aspira a un corazón totalmente pobre, despren– dido y disponible. Con una vida sobria y austera, gastada en el trabajo cotidiano, se hace solidaria con todos los trabajadores. Comparte también su pan y su tiempo con los que tienen hambre y con los que necesitan ser escuchados, comprendidos y aliviados en sus penas. Estar con los pobres es el gran reto para todos los seguidores de Cristo. 4. Ser Hermana de todos Para Clara, como para Francisco, los hermanos son un don de Dios. Por eso, la fraternidad es característica esencial en el carisma de la clarisa. Se siente hermana de cuantos conviven con ella y de todos los seres de la tierra. Todos tienen un sitio en su corazón, en su ora– ción y en su tiempo. 5. Vivir en retiro y en silencio Según la mente de Clara, la "clausura" nunca es un fin. El clima de soledad y silencio, y la exclusión del apostolado activo, es un medio para favorecer y acrecentar su vida de oración y contemplación, y su dedicación total a Dios. 6. Al servicio del Reino de Dios Aunque hayan excluído de su vda el apostolado activo, se sienten las hermanas clarisas miembros vivos de una Iglesia, que tiene como misión implantar el Reino de Dios en el mundo. Sus mejores armas de apostolado son la oración, el sacrificio ofre– cido al Padre y el testimonio de su vida. Un monasterio, en medio del -126-