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gozosas en su querido monasterio de Barbastro, dando gracias a Dios por volver de nuevo a la paz y el retiro, para reanudar su observancia regular. La guerra civil española Otro acontecimiento importante fue la guerra civil española de 1936. La ciudad de Barbastro fue escenario donde muchos religiosos encontraron su martirio y están en los altares. Las crónicas nos hacen el siguiente relato. El 22 de julio de 1936, unos 60 milicianos armados y 3 mujeres de la casa del pueblo entraron en el monasterio de las capuchinas para verificar un registro. Las mujeres cachearon a todas las religiosas. El día 23 el comité ordenó que para las 8 de la mañana del día siguiente las capuchinas estuvieran ya en la calle. La Madre Abadesa, María Esperanza Coirtabarría, trató de buscar alojamiento para las 19 religiosas, acudiendo a personas de confianza. La mayor parte fueron recibidas por las Hijas de la Caridad, y otras en casas de particulares. Desde ese día las Capuchinas trabajaron en distintos oficios del hospital, durante cuatro meses. Sus mayores sufrimientos fueron la incertidumbre de la vida ante el peligro de ser aplastadas por los frecuentes bombardeos, el no saber si estaban entre amigos o enemigos y la muerte de las Hermanas María Concepción Pueyo y María Malo. Durante este tiempo, el monasterio de capuchinas quedó converti– do en cárcel y escuelas. El 28 de marzo de 1938 ocuparon esta ciudad las tropas del Gene– ral Francisco Franco, y tomaron el monasterio de las capuchinas como lugar de acuartelamiento y prisión. Ante esta relativa paz, la mayor parte de las religiosas se ausenta– ron de Barbastro para visitar a sus familiares. -112-