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IV. MONASTERIO DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS DE BARBASTRO (1670) La ciudad oscense de Barbastro está situada en la hoya labrada por , el río Vero en la zona oriental del Somontano. Su carácter de cabeza comarcal la ha convertido en una pequeña capital con toda clase de servicios. Famosa por su historia y sus numerosos monumentos en la arquitectura civil y religiosa, entre los que destaca la catedral, es tam– bién la "ciudad franciscana" por excelencia dentro de Aragón. Primero llegaron allí los Religiosos Franciscanos, cuyo recuerdo se perpetúa en la gran iglesia de San Francisco de Asís. Después se hicieron presentes las Hermanas Clarisas, en 1560, con su monasterio de Nuestra Señora y Santa Lucía. Más tarde, en el 1608, tomaban posesión del convento los Capuchinos, dedicando su iglesia en honor a la Virgen del Pilar. Y finalmente, las Clarisas Capuchinas plantaron su Monasterio del Santo Nombre de Jesús en el año 1670. Por lo tanto, se puede afirmar que la ciudad de Barbastro estaba impregnada del espíritu de Francisco de Asís por los cuatro costados. Y no podemos olvidar que, en torno a estos conventos y monasterios, también estaba presente la Orden Tercera de San Francisco, en la que participaban los seglares, manifestando su gran devoción al Santo. 1. Fundación del Monasterio de Capuchinas Don Diego Antonio Francés de Urrutigoiti tomó posesión del Obispado de Barbastro el 8 de junio de 1656. Su principal memoria en esta ciudad es el Monasterio de Clarisas Capuchinas que fundó a sus expensas, trayendo a las religiosas fundadoras del monasterio de Huesca. Murió en Tarazana el 7 de abril de 1676. -107-