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sis, y lavando y planchando ropas para el culto de la iglesia y para familias particulares. En el Archivo del monasterio se poseen seis cartas de las Beatas Angela Astorch, capuchina, dirigidas desde el monasterio de capuchi– nas de Murcia, en los años 1655 al 1658, a las Madres Abadesas Tere– sa Neyla y Magdalena Ucenda. Por desgracia se carece de muchos datos históricos de este monas– terio por la pérdida de documentos y la falta de una crónica continuada. La tradición sigue conservando la santidad y la vida ejemplar de las Madres Fundadoras y de otras muchas religiosas, que vivieron en este monasterio. "Encerrada en el monasterio de San Damián, en una vida marcada por la pobreza, por la fatiga, por la tribulación, por la enfermedad... Clara conoce la ale– gría más pura que jamás ha sido permitida experimentar a criatura alguna: La de vivir en Cristo Úl perfecta unión de las Tres Divinas Personas"... (Cana de Juan Pablo II) -106-