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tener como compañeros de noviciado al venerable José de Caraban– tes y Francisco de Tauste, con los cuales compartió sus fatigas apos– tólicas por tierras venezolanas. Fue ordenado sacerdote en 1652. 2. Destinado a la Misión de Cumaná En el corazón del joven religioso Agustín de Frías hervía el fuego de consagrar su vida a las misiones. La Provincia Capuchina de Aragón comenzaba a abrir un nuevo camino de evangelización en América. Hacían falta misioneros. El 12 de enero de 1657, Agustín de Frías recibió la obediencia del Superior Provincial por la que se le destinaba a "las misiones de los indios cumanagotes". A los pocos días, el 20 de enero de 1657, se hacía pública una cédula real que el monarca dirigía a la Casa de Contratación de Sevilla. En ella se comunicaba los nombres de los capuchinos que acompañarían al P. Lorenzo de Magallón para trabajar con los indios de Cumaná. Eran los siguientes: Lorenzo de Belmonte, Agustín de Frías, José de Cara– bantes, Francisco de Tauste y Miguel de Torres. Según dice Diego González de Quiroga, biógrafo del Venerable P. José de Carabantes, los misioneros se dirigieron desde Zaragoza a Madrid, donde fueron amablemente recibidos por el nuncio. Luego emprendieron el largo camino de la corte a Sevilla, aprovechando la oportunidad para predicar misiones en algunos pueblos de Toledo 1 • Los primeros en partir desde Cádiz fueron José de Carabantes, Agustín de Frías y Miguel de Torres, los cuales arribaron a la isla de la Margarita el 8 de septiembre de 1657. Así lo escribe el gobernador de dicha isla, D. Gregario de Rojas, en carta dirigida al secretario del Consejo de Indias el 4 de octubre, comunicándole también que el P. Agustín de Frías y Fray Miguel de Torres llegaron enfermos, que– dándose allí para convalecer de su dolencia, habiendo luego comen– zado a predicar mucho y con fruto extraordinario, hasta el punto de que se habían confesado ya unas seis mil personas'. A los capuchinos se les asignó como lugar de misión el valle de Cumanacoa, de tierras muy dilatadas y fértiles. De este modo no l. DIEGO GONZÁLEZ DE QUIROGA, "El nuevo apóstol de Galicia, el Venera– ble P. José de Carabantes...", Madrid, 1698, 96 ss. 2. Carta a Leguía, el 4 de octubre de 1657. AGI, Santo Domingo, 641. -90-

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