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En los primeros años era él quien llevaba el peso de todo: organi– zar la población, cuidar de los indios, catequizarlos e instruirlos, pro– curar su asistencia a la doctrina y a los actos en la iglesia lo mismo que al trabajo, dirimir las contiendas que surgieran entre ellos etc... Pero a medida que avanzaba el tiempo y la población se consolida– ba, se hizo necesario constituir los capitanes conservadores. Su cometido era ayudar al religioso en esas penosas tareas y suplirle en las ausencias. Tales capitanes conservadores recibían del gobernador de la pro– vincia el correspondiente nombramiento, pero eran propuestos por los misioneros. El misionero vivía en una casita pobre adosada a la iglesia, hecha por el mismo misionero. La casa que tenía el P. Francisco de Tauste en su población de San Francisco, se nos describe en estos términos: "Era de bajareque, cubierta de carata u hoja de palma y constaba de tres dormitorios, pórtico, refectorio, despensa y cocina con los enseres propios. Y además, dentro había una capillita con un cuadro de San Francisco"'. Allí pasaba su vida el misionero entregado en un todo al bienes– tar material de los indios y a buscar su bien espiritual. A veces, deja– ba la casa, y pasaba días y meses andando por los montes y valles en busca de más indios para aumentar su población. Desgraciadamente, la población de San Francisco que con tanto sacrificio había levantado el P. Tauste fue incendiada y destruida por completo, ante una rebelión de los indios caribes, aliados con los franceses el 24 de marzo de 1674. Ante este gran fracaso humano, el P. Tauste se dedicó a reducir y catequizar indígenas de otras poblaciones. S. Nuevos informes del P. Tauste al Consejo de Indias A fin de mejorar la misión de Cumaná, el P. Francisco de Taus– te fue enviado a España el año 1679 por el Prefecto de la Misión, 7. AGI, Santo Domingo, 643. -83-