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El P. Lorenzo de Magallón en su "memorial" refiere que tan pronto como llegaron al puerto de los indios píritus, éstos les recibie– ron con grandes agasajos y los éxitos alcanzados fueron rápidos y extraordinarios. Dice: "Luego fabricaron los naturales una iglesia con título de la Purísima Concepción de Nuestra Señora, y en breve tiempo otra, en la tierra de los indios cocheimas de la advocación de San Salvador. .. Se agregaron muchos indios de los que estaban esparci– dos por los montes, y se hicieron dos poblaciones numerosas... Se bautizaron muchos adultos y más de doscientos niños .." 3 A pesar de tan buenos principios, los religiosos no podían en manera alguna darse por satisfechos, ya que no tenían asegurado el permiso para estar allí, ni de la Congregación de Propaganda Pide, ni tampoco del Consejo de Indias. Además los franciscanos que se hallaban establecidos en aquella zona, comenzaron a protestar contra las autoridades, tanto civiles como eclesiásticas, por la presencia de los Capuchinos. Estos, conscientes de su arriesgada situación, deci– dieron que Fray Francisco de Pamplona regresara a España para soli– citar los oportunos permisos. Lorenzo de Magallón, escribió varias cartas a los Superiores de la Orden, al Prefecto de Propaganda Pide y al Secretario de la misma. Con estas cartas en su poder, Fray Francisco se separó de sus compañeros y se dirigió a Cumaná, donde se embarcó en el patache "Margarita" con rumbo al puerto de la Guaira, para esperar allí algún barco que le llevase a España. Sin embargo, Fray Francisco llegó gravemente enfermo al citado puerto, donde murió el 31 de agosto de 1651, no sin antes escribir dos cartas, una a su amigo Felipe IV y otra al cardenal de Toledo. La noticia de que los capuchinos enviados a la isla de Granada se hallaban en Venezuela llegó al Consejo de Indias, el cual se ocupó del asunto en reunión del 24 de noviembre de 1651. Las opiniones 3. "Memorial"", en RIONEGRO, 3-4. -66-