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El trabajo desplegado por ellos fue espectacular y heroico. Con la cruz al pecho, llegaron a donde no llegó la espada. Ellos fueron los primeros que se adentraron en el norte de Nueva España, en las cuencas ardorosas y sofocantes del Orinoco y del Amazonas, y en los Andes araucanos. Los misioneros aprendieron lenguas y dialectos. Escribieron gramáticas autóctonas y valiosos tratados de filología comparada. Estudiaron la flora y la fauna, la hidrología y la orografía. Investi– garon las culturas reinantes e hicieron magníficos ensayos de incul– turación en ellas. Levantaron escuelas, estudios y universidades. Fundaron hospitales y hospicios. Construyeron pueblos y ciudades. Una pequeña muestra de esta ingente labor es la que presenta– mos en esta obra. Merece una sincera felicitación la Colección "ARAGÓN-AMÉRICA" por su objetivo de divulgar los esfuerzos realizados en América por tantos conquistadores, políticos, intelec– tuales y misioneros aragoneses, cuyas vidas estaban enterradas en el pasado. MIGUEL MARÍA ANDUEZA ARTANGA Superior Provincial de los Capuchinos de Navarra-Cantabria y Aragón. -10-