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Las declaraciones de estos testigos se contienen en la copia auténtica hecha por el P. Pedro de Albalate, Secretario de la misión, el 6 de noviembre de 1683. Estas son las respuestas del testigo Fran– cisco del Peral: "A la primera pregunta dijo que lo vio traer muerto al Padre Fray Miguel de Albalate, religioso capuchino, quien había fundado una misión en el sitio que ll!iman de los Dos Ríos, el cual religioso supo que lo habían muerto unos indios nombrados Caracuayma, Albarico y Caraymara, y supo esto por– que se halló presente a las declaraciones de los indios que se ahorcaron, que estos fueron compañeros de los matadores de dicho religioso, y lo sabe por lo que le han dicho, y esto responde. Al la segunda pregunta dijo que los mismos indios declararon que el dicho religioso, luego que le dieron el primer flechazo, que estaba de espaldas, y que ellos habían ido a la misión con título de paz, y desde que se sintió flechado, volvió la cara y les exhortó, y dijo muchas cosas de Dios con mucho amor y voluntad, dando a entender el amor con el que recibió la muerte, y que cruzó los brazos para recibir las flechas, y que, después de haberle dado otros cinco o seis flechazos, quemaron la casa y se fueron y esto responde. A la tercera pregunta dijo que lo que sabe es que el dicho religioso, antes de morir, muchas veces y en muchas ocasiones dijo a diferentes personas, dicién– doles los de esta vecindad lo que tenía de soledad; respondió que sus mayores deseos eran emplearse en morir por Dios nuestro Señor, lo cual daba a enten– der claramente por las declaraciones de los reos, pues, siendo enemigos, lo confiscaron, y que, hasta ser sepultado, siempre estuvo con los brazos de la suerte que dicen los delincuente; y asimismo dijo y declaró que, con haberse quemado la misión, se quemó también el dicho religioso alguna parte del -112-