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_________C_o_L_O_M_B_IA~,M_I_SE_'G_'U_N_D_A_l_)A_. T_R_IA_____ ___,[JD hacer maravillas en Lecároz y menos con el sistema de Ejercicios que se acostumbra; pero tampoco puedo, por nada del mundo, negarme unavez más a Su Reverencia y para un Colegio, cuyos problemas no conocen todos los directores de ejercicios" 56 • Volvió aLaGranjaparavolar aAmérica. Dejó sumáquinade escribir de siete kilos, con la cual trabajó todo lo que hizo en Verdad y Caridad y en las traducciones, pero que "para ir en avión y trotar por América no es nada recomendable" 57 , y con la bendición de Dios y de sus Superiores el día 25 de julio voló a América, aterrizando en Bogotá. El Balance de los ministerios de los dos aios de La Granja (1958- 1960) En la primera carta que escribe desde América al P. Provincial da cuenta y balance de los dos años de La Granja. 56 Al Províncíal, La Granja, 1 junio 1960. A finales de 1962 una parte del Colegio de Lecároz sufrió un incendio, lo que produjo una fuerte conmoción en al Provincia. Se proponen planes para el futuro del Colegio, y se llega a la alternativa: "O renovarse o morir". 57 Al P. Provincial, Florencia de Artabia, La Granja, 17 julio 1960. Hay detalles profundamente humanos que descubren el talante y la delicadeza de una persona. "Corno la máquina de escribir pesa siete kilos y para ir en avión y trotar por América no es nada recomendable, la he dejado a mi hermano, el P. Cecilio [Claudio). Me ha dado dos mil pesetas - su Padre Rector - para ayudarme a comprar una portátil. La anterior que costó unas seis mil quinientas hizo todo el servicio de Verdad y Caridad y de las traducciones. Espero que la que compre sea para mayores servicios" (en la misma carta del 17 de julio de 1960). El P. Jaime vive como fraile menor, austero y pobre, en La Granja. Y es que esto pertenece a la espiritual del Grupo Promotor pcr un Mundo Mejor. Hablando de sus meses de estancia en Roma, dice: "Se veló porque los sacerdotes conserven su espíritu y vocación propias. Para los religiosos se resolvió que puedan al cabo del año permanecer un mes con sus hermanos de comunidad y vivan con la misma pobreza del convento; de manera que la Obra pague todos los gastos, pero continúen siendo pobres y sin administrar dinero. Hasta se habló de permisos para salir de casa. Como aquí no estamos más que dos, por ahora continúan las cosas casi como es,aban. Me seguirán dando, a título de estipendio por la misa, como unas seiscientas pesetas al mes, de manera que no tenga que pedir hasta la última peseta paracortarme el pelo o para comprar una diario y que al mismo tiempo pueda adquirir algún libro o hacer algún viaje a la Provincia. Con el tiempo también esto desaparecerá" (Carta al Ministro Provincial, Florencia de Artabia, La Granja, 22 febrero 1959).

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