BCCCAP00000000000000000001210

______E_N_E_s_P_A_Ñ_A,,_LA_P_RI_ME_RA_E_T_A_P_A_M_IN_I_S'_fE_R_IA_I_, ---LlIJ contar a todos los jóvenes como actores auténticos del movimiento renovador, como sería otro absurdo descontar a los que no son jóvenes por el hecho de no serlo. Es mejor que nos unamos todos en los ideales fundamentales de nuestra vida religiosa y sacerdotal, tal como los tenemos expresados en nuestro Compromiso 26 ( ahora estoy más con– vencido que antes de que es necesario dar importancia a esta iniciativa): observancia regular practicada con amor en todas sus manifestaciones, sobre todo en la práctica de la pobreza; ausencia de visiteo, de portería prolongada, de charlas ociosas; sacrificio en la vida sacerdotal; compe– netración y comprensión para todos los demás, viejos y jóvenes, en las actividades apostólicas; y estudio, mucho estudio; por descontado el espíritu de oración y de recogimiento. Junto a esta base no hay inconveniente en que se hable de métodos nuevos y de mejoramiento de generaciones jóvenes; algunos se sentirán heridos - no veo yo el motivo-; pero la conciencia de unmensaje nuevo, como quiera que sea, es necesario para comunicar entusiasmo y sacri– ficio a los jóvenes; los que no lo son deben comprenderlo así; desde que yo entré de profesor en el Colegio me propuse infundir en los coristas la conciencia de que ellos han de ser portadores de un mensaje nuevo, de que han de dejar atrás el modo de ser de los otros coristas de mi tiempo, etc., y en este sentido he acostumbrado a presentar mis consejos y hasta mis reprensiones, notando siempre la eficacia de este modo de hablar; es un elemento psicológico que no debemos abandonar, tanto más que responde a una realidad: la verdadera necesidad de renovación en el espírituy en el trabajo que se nota en la Provincia. No hace falta que nos presentemos como reformadores ni siquiera como innovadores; basta que todos vean que tomamos más en serio lo que los viejos nos han ensefiado; lo demás vendrá de su pie como consecuencia de nuestra entrega sacerdotal a nuestro tiempo" 27 • 26 Se trata de un Documento programático del grupo 27 Carta del P. Lázaro al P. Jaime, antes citada, Pamplona, 27 de febrero de 1950.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz