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LA INFANCIA Y LOS AÑOS DE FORMACIÓN 0D en la santa Misa para que brille por tu causa la antorcha de la fe, donde la obediencia haya fijado tu destino. Grande ideal es el de salvar almas, y en ninguna parte se manifiesta tan sublime como en las misionés entre infieles. No puede menos de satisfacerme ver la actividad misionera de nuestra madre Provincia. Navarra tiene hasta exceso de sacerdotes: es necesario que salgan aún más de los que salen. Aquí necesitamos mucho de las fuerzas jóvenes, que tanto abundan por Espaiia" 15 • Y en una postdata sigue abriendo el corazón a su hermano: "De momento no te doy ningún consejo particu– lar: la oración bien hecha te lleva derecho a la santidad sacerdotal. Pero, cuando hayas terminado la carrera, y te encuentres fuera de colegio, acaso pueda orientarte algo, según la impresión que te cause el nuevo mundo enque vivas. Yo siempre estoy dispuesto a serparatodos, y sobre todo para ti, un tente-tieso en el mundo de los grandes ideales". En este mundo de los grandes ideales capuchinos, y metido en actividades misionales del colegio, Fr. Jaime ha pensado naturalmente en las misiones, acaso en nuestra heroica misión de China, nuestra afioraday siempre amadamisión de Pingliang, en el Kansu. Suhermano le dice: "No tengo intención de salir de Argentina mientras en ella no hayan transcurrido los diez aiios de costumbre, a no ser que me enterara te destinan a China, una vez que hayas acabado la carrera" 16 • La verdad es que suhermano está entusiasmado conFilipinas. Meses después le escribe: "¡Filipinas, Oriente, país de ensueño, de donde tales maravillas se cuentan! Me agrada tu ambición misionera, inherente a toda alma sacerdotal. Próximo estás ya a llegar al fin de tus estudios. La primera Misa se te presenta deslumbrante de luz, como es natural, en el mayor acontecimiento de tu vida" 17 • 15 El P. Pablo de Eraul a Fray Jaime de Lezáun, Villa Elisa, 26 enero 1948. 16 En la misma carta (26/1/48). 17 Villa Elisa, 19 septiembre 1948. Papeles personales.