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__________E_L_D_ÍA_Y_LA_H_O_RA_. ---------1@2] celebró laEucaristía. En lahomilía intentó hablar sobre al P. Jaime, pero no pudo: estaba muy conmovido. Al final el hermano Pablo Jaramillo leyó la carta que el P. Rufino María Grández envió, para hacerse presente, él se encontraba enEspaña, como hermano de la fraternidad de SantaVerónica. La lectura conmovió a todos los presentes; con dificul– tad pudimos concluir el canto. Poco a poco, durante la mañana, comenzaron a llegar los hermanos y hermanas; los hermanos de Las Águilas (México, D.F), de La Piedad, de Puebla y de Guadalajara; las hermanas ·de Uruapan, Galeana, Lindavista, Sombrerete, Salvatierra, Cortazar, Irapuato, Acámbaro, Cuernavaca, Cuautitlánlzcalli, Tepojaco, Satélite y otras más. También se hizo presente el P. Sergio Delgado, formador del Seminario de la Diócesis de Cuautitlán. Un momento significativo de la mañana fue cuando el grupo de las hermanas de teología, frente al féretro expresó su gratitud al P. Jaime, por su entrega, por sus sabios consejos, por su presencia entre nosotras. Después comenzaron a cantar algunos cantos muy especiales, entre ellos el canto que ellas han adoptado como himno: «Juntos siempre juntos». "Juntos, siempre juntos,/ poco menos que mañana/ y más que ayer... / Juntos, siempre juntos,/ no hay distancia que pueda separamos. / Gracias por esos sabios consejos,/ y saberme escuchar/ y encontrar tanto consuelo/ cuando quise llorar...". Como a las 4:30 p.m. llegaron el P. Juan Mari y el P. Claudio, los dos decidieron que el cuerpo del P. Jaime se quedara en Santa Verónica y fuera sepultado en el cementerio Jardines delRecuerdo. Después de un pequeño momento de estar junto a su cuerpo, el P. Claudio, Juan Mari y varios hermanos Capuchinos celebraron la Eucaristía. En ese momen– to estábamos presentes toda la familia franciscana: la primera y la segunda Orden y algunos hermanos franciscanos seglares. El P. Jaime, como en tantos momentos de su vida, congregaba en la unidad a la familia. En la homilía guardamos silencio y, al final, el P. Claudio

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