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-----------=E=I ___ ., =-D=ÍA"---y=--· =LA=-=-=-=H:.=.O=RA=-_______ §J del P. Jaime, que tendrían que hacer el viaje de Texas, y ellos tomaran una decisión. Mientras las hermanas que se encontraban en la Casa de Formación, el grupo de las hermanas del servicio, las hermanas estudiantes de teología, las hermanas junioras y las hermanas del equipo de adminis– tración, arreglaron la capilla y se organizaron para recibir y velar el cuerpo del P. Jaime. Las horas se prolongaban fuera ya del hospital. Eraya de noche, había llovido y hacía frío. Había poco de que hablar; eran muchas las impresiones y sentimientos en nuestro corazón de lo acaecido durante todo este día. Pero nuestro ser estaba en paz; el P. Jaime descansaba en la paz de Dios eternamente. Por fin, después de la 1:00 a.m. del día 2de octubre pudimos marchar con el cuerpo del P. Jaime rumbo a la Casa de Formación. En el camino, que estaba totalmente solo, precedía la camioneta de don Beto (el taxista habitual de nuestra Casa) donde íbamos Lupita, Vicky eHilda. Enmedio iba la carroza fúnebre y al final iba la camioneta de las hermanas de Tepojaco, en que la iban la M. Angélica y la hermana Candelaria. Fue impresionante ver que todas las hermanas esperaban al P. Jaime. Desde la puerta de entrada había una valla de luces formada de dos hileras: eran las hermanas que portaban entre sus manos una vela, junto con algunos jóvenes de JUFRA y el P. Arturo Bustamante OFM. Los jóvenes cantaban un canto: «¡Que alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa del Señor!»; los demás se unían al unísono. Entre algunos jóvenes y el P. Jesús Arrondo cogieron el ataúd y lo llevaron hacia la capilla. Los demás los seguíamos. Aunque habíamucho dolory tristeza, la capillaestabahermosamente arreglada; parecía ser un día de fiesta. Había un grande espacio en el centro de la capilla, lugar destinado para el féretro, a la cabecera, en el centro, estaba el Crucifijo, y a cada lado estaban las imágenes de

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