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CAPÍTULO IX -Ha muerto. El P. Jaime expira en la paz del Señor. Ha quedado con los ojos abiertos. La Madre Guadalupe se dirige al P. Jesús: - Padre Jesús, puede cerrarle los ojos. Y el P. Jesús hizo este último servicio de caridad. Eran las 6.15 de la tarde. Comenzaron a rezar un Padre Nuestro. Y, al terminarlo, el doctor se acercó: - Por favor, retírense, que ahora tenemos que actuar nosotros. Se retiraron en silencio con los ojos llenos de lágrimas y el corazón lleno de paz. * * * Despedida: Dos noches y día y medio al pie del altar: Narración de la Hna. Hilda López Mejfa 326 Todos los que estábamos ahí presentes, en el hospital, pensábamos que los trámites para entregarnos el cuerpo del P. Jaime se efectuarían en poco tiempo. Entre tanto se comenzó a avisar a las hermanas y hermanos de esta triste noticia. Como el P. Juan María Castro, superior de la Viceprovincia, se encontraba fuera de México, los hermanos de la fraternidad de las Águilas decidieron que su cuerpo se trasladará a la Casa de Formación Santa Verónica, hasta que llegarán Juan Mari y el P. Claudio, hermano 326 La Hna. Hilda López Mejía pertenece a la comunidad de Capuchinas de Acárnbaro, Guanajuato, y, corno hemos indicado de pasada, es en la actualidad Directora de Estudios de la Casa de Formación Santa Verónica.