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Son puntos, incluso prioritarios, en el orden de la vida, incluso al objetivo clave de las casas de formación. El informe ha tomado el pulso. Junto a ello hay otros puntos de examen, que no son de protocolo, sino vitales para nuestra vida; así: - Nuestra presencia en el pueblo y en la Iglesia de México. - Inculturación, Justicia y Paz. - Nuestra relación con la familia capuchina en América Latina (CONCAM), con la Viceprovincia de Texas, y con la familia franciscana en México, que tiene una institución que acaba de cumplir diez años, la COFRAMEX, con el IFEM, un Instituto de Espiritualidad, iniciado por el P. Francisco Jiménez, ahora (1995) de la COFRAMEX que, en el momento, "no vive horas brillantes". De todo ello se ha hablado en el capítulo. El balance, pese a no pocos fallos -especialmente en la perseve– rancia vocacional- podemos tomarlo como positivo. Hay lugar para la esperanza 277 • La Asamblea, visto los resultados, reelige al P. Jaime para un segundo trienio. El nuevo trienio del P. Jaime üunio 1995-abril 1998) El nuevo trienio del P. Jaime, al servicio de laDelegación, que pronto será Viceprovincial, será del 7 de 1995 hasta el 17 de abril de 1998, en 277 Fue muy interesante el arranque del informe a la Asamblea, que iniciaba así: "Los grandes sueños de la Humanidad. Mons. Egger, capuchino y obispo de Brixen, en su intervención del reciente Sínodo de Obispos, escogió como tema: La vida consagrada y los grandes sueños de la Humanidad. Después de citar al profeta Joel -"los jóvenes verán visiones y los ancianos tendrán sueños" (JI 3, 16)- evocó a Francisco de Asís como alguien que ayudó a tantos a soñar, o más bien a descubrir cuanto de más profundo había en su propio corazón, el deseo de Dios, el sueño de un mundo pacificado y fraterno y el respeto, casi éxtasis, ante la belleza de la creación" (Informe, 1).

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