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CAPÍTULO IV emprendido hacía 1Oaños, y concluyó presentado el cuadro de luces y sombras. ·"Todo cuadro tiene luces y sombras. 1) El concepto de Familia Franciscana que se intenta difundir propicia las relaciones entre las Órdenes; pero los terciarios sufren a menudo la indiferencia de los frailes. Necesitan de esa Asistencia de suplencia que los lleve a la madurez en el manejo de la Fraternidad Seglar Franciscana. 2) Las Normas de Vida son estimadas, pero debe transitarse el puente que traduzca la letra a una realidad viva. Es necesaria una seria formación para que no haya incoherencia entre lo profesado y lo vivido como terciario, cosa que, a veces, lamentamos en nuestros hermanos. 3) La fidelidad a la jerarquía, la sensibilidad en la misión apostólica y caritativa no han disminuido en nuestras fraternidades, pero apenas estamos insertándonos en la Pastoral de conjunto. Se impone una mayor responsabilidad de la fraternidad como tal con la misión de su Iglesia local. 4) Doquiera los terciarios son perseverantes en la oración, fieles a la pobreza, identificados con la cruz, devotos al espíritu y figura del Padre san Francisco; pero ante la compleja problemática del mundo contem– poráneo, intentan vivir su compromiso según el Evangelio, mas con cierta perplejidad. 5) Presentando un gran número de personas adultas y humildes, la tercera orden no sufre complejos. Con gozo reconocemos en ella los rasgos del "anaim" que Francisco quiso para sí y para los suyos en el seno de la Iglesia" 143 • Lo escrito no es más que el inicio del capítulo. 143 MArnou, Mensaje... 191-192.