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individuo. Así se evita una privatización que, en ciertos países, es altamente corruptible. • A los hermanos que están con los pobres: Las ayudas han de ir principalmente a los hermanos que realmente están con los pobres. Queda así conjurado el peligro de burocratización del dinero solidario, mal muy frecuente en organizaciones que traba– jan en programas de desarrollo. • Valores evangélicosyjranciscanos: El CPO dice que se promue– van esos valores. Si se hace desarrollo humano ya se están promoviendo. No parece necesario que haya que "bautizar" nuestra ayuda solidaria. • Itinerancia: La que también debe darse en este asunto. Por eso, cuando haya grupos que pueden hacer la labor social que nosotros hacemos, habrá que preparar las maletas y a otra parte con la bendición de Dios. Nada hay menos minorítico que la disputa de parcelas de solidaridad que se convierte en simple disputa por el poder. 52. Responsabílídad ecológica También nosotros capuchinos estamos comprometidos en las distintas formas de destrucción de nuestro planeta (por ejemplo la contaminación y la explotación excesiva de los recursos) porque participemos activamente en las trasgresiones de este sistema destructor. Invitamos a los hermanos a verificar personal y comunitariamente su comportamiento sobre la ecología. Los animamos también a participar en las acciones de grupos comprometidos en favor de la salvaguardia dela creación. Partiendo de que también los menores estamos involucrados en los ataques al planeta en formas contaminación o de sobre explotación de recursos y consumo, el CPO quiere llamar la atención de los hermanos para un cambio de conducta en dos direcciones: a) "verificar personal– mente y comunitariamente el comportamiento enmateria de ecología". 97

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