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estar entre los pobres como compañeros de camino, siendo activamente partícipes de su liberación. Para este fin sería de desear que las Circunscripciones de la Orden tengan al menos una casa de inserción en lugares de pobreza y que una parte de los hermanos pueda participar directamente en instancias de solidaridad con los pueblos empob recid os. Es posible que cuando se habla de trabajos en Justicia y Paz por causa de la minoridad, el her:nano se sienta abrumado por la enormi– dad de la tarea. El CPO dice que es posible "caminar en la dirección de las pobrezas". No se trata tanto de ser pobre con los pobres (es el ideal del menor) sino de, al menos, ir en esa dirección. Y esto es posible tanto a las personas de hoy corno a las estructuras de la Orden si se ponen en camino 103 . Para caminar hacia ese horizonte el CPO propone dos sendas: a) cambiar el lugar fisico, la casa, el trabajo, las relaciones, situándose cada vez en contextos periféricos con estilos de vida sencillos y comprensibles por la gente; b) cambiar el contexto sociológico y mental no solamente acogiendo a los pobres sino siendo acogidos por ellos, "bautizados" por ellos 104 • Esto es lo que llevará al hermano menor a andar sendas comunes con los desfavorecidos, ya que la senda de los pobres y la de los menores, estructuralmente hablando, hace tiempo que dejaron de ser la misma. Corno cauces concretos se proponen dos: a) tener "al menos" en la provincia una comunidad en ámbitos de inserción 10 5; b) que algunos hermanos participen en movimientos de solidaridad (ONGs, 103 Contamos con personas y comunidades concretas que, siendo más bien remisas a las pobrezas, han dado cambios sustanciales y hasta proféticos en esta dirección. Ello habría de ser ánimo para cualquier hermano. 104 Como decía A. Zanotelli distinguiendo entre bautismo ritual y bautismo de los pobres. 105 La medida es mínima; pero si se pJne, es que hay Provincias que, al parecer, no tienen ni una sola casa en ámbitos de inserción. 93