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• Evitar el personalismo en las obras sociales: porque ese persona– lismo es peligroso, tanto desde el punto de vista personal como económico. Es la comunidad quien de verdad tiene que liderar las obras sociales en unión con la iglesia local. • Mantener los criterios del 6CPOen materia de donaciones: Cf 6CPO proposición 24. 41. Los cargos eclesiásticos Y puesto que los capuchinos pretenden ser menores, nuestra Orden no busque para sus miembros el episcopado u otros cargos eclesiásticos relevantes. He aquí una proposición un tanto atípica 89 • Posiblemente no habrá ningún documento en la iglesia donde una Orden haga profesión explícita de que, como Orden, no busca el episcopado ni cargos eclesiásticos superiores. Pero la realidad no se compagina con esto: estarnos asistiendo regularmente a ordenaciones episcopales de herma– nos. La Santa Sede tiene "confianza" en la Orden cuando piensa en nuestros hermanos para el episcopado. Por un lado, es cosa positiva. Por otro, uno se pregunta por qué el sistema nos elige; será porque en parte somos afines a él. ¿Es eso bueno para una Orden que tiene como finalidad ser menor en la Iglesia? VII. Por un mundo de justicia y paz Quizá esta fuera una de la~ sorpresas del capítulos, vista la debilidad del tema tanto a nivel local como de Orden. A la hora de concretar la los países subdesarrollados. No vale aducir que las obras que heredaron de los viejos misioneros necesitan dinero, porque esas obras pueden ser trasformadas. Y cuando se dice que necesitan dinero para llevar wia vida "decente", tienen derecho a ello, pero han de hacerlo en los parámetros económicos y sociales del país, para que esa vida decente no sea percibida como un desclase sino como la suerte que proviene de tener hermanos solidarios. 89 Fue sugerida en la ponencia de F. Aizpurúa y presentada en aula por el grupo ALEJANDRO LABAKA. La propuesta no fue aceptada. Pero el grupo Solanus Casey volvió con ella en la actual forma y pasó.