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fieles y sumisos a los obispos y a todos los clérigos de la Santa Madre Iglesia" (Tests 5). Reconocemos como expresión esencial de nuestra minoridad, la obediencia cordial y corresponsable a la Iglesia y a sus ministros. Nosotros expresamos de hecho nuestra pertenencia eclesial cuando nos volvemos disponibles evangélicamente para el servicio de todo el pueblo de Dios. De tal modo mantengámonos sinceramente disponibles para servir a la Iglesia local y universal, actuando de acuerdo con los pastores (Test. 4-5) Demos preferencia a aquellos compromisos que están más en consonancia con nuestra vocación de menores y asumamos los encargos pastorales de frontera, los ministerios menos apetecidos en la Iglesia y en las periferias donde mejor podemos manifestar la compasión y la proximidad: bien sean parroquias periféricas, capellanías de hospitales, asistencia a los enfermos y al mundo de los marginados entre las viejas y las nuevas pobrezas. Actuemos de modo que las remuneraciones no sean el único criterio para la elección de nuestros ministerios y que estos sean expresión de toda la fraternidad. La proposición elabora la obediencia franciscana a la Iglesia y la disponibilidad sinmatices: sin el papel de laprofecía, sin la"reverencia" que acoge y no juzga pero que en ocasiones cuestiona, sin un cierta "lejanía" de curias y cabildeos, etc. Estos elementos están de alguna forma en la manera de ser iglesia que tiene Francisco 84 • Desde ahí se empuja a estar disponibles para ministerios que estén "en las periferias donde mejor podamos manifestar la compasión y la proximidad". Si se lograr dar cuerpo real a esta clase de intuiciones, se abriría el horizonte real de un estilo de vida menor en conexión activa con la Iglesia y aportando a su tesoro espiritual nuestra peculiaridad 85 • 84 Es difícil entrar por un camino de vivencia distinta en la unidad eclesial estando tan cerca de Roma, teniendo una curia general en tan buenas relaciones con la romana, siendo "mimados" por el staffreligioso. Es difícil. La "romanidad" de la orden no tiene nada que ver, creemos, con la manera como Francisco entiende la romanidad. 85 No es fácil que los obispos, personas de la estructura eclesial, comprendan estamanera de