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• aprender de nuevo elcamino de la oración: quizá sea la primera vez que se dice que los hermanos, quizá la Orden, haya de recuperar de nuevo el camino de la oración. Ello supondría reconocer, siquiera dé-:,ilmente, que la Orden, estructuralmente hablando, ha perdido el camino de la oración y necesita recuperarlo. Partir de un presupuesto tan simple podría ser elemento regenerador. • Un espaciopara la contemplación: esto queda desdibujado en la propuesta. Inicialmente se habló de una "escuela de oración" para reaprender la oración. Pero se adujo que la oración no se "enseña" y que era impropio hablar de escuela. Ahora de habla de un "espacio". No se entiende bien pero el sentido responde a esta pregunta: ¿quién puede hoy enseñarnos a orar a quienes hemos perdido el camino de la oración? Dicen que son las Conferencias las que deben crear ese espacio. ¿ Tomarán cartas en el asunto? • diálogo en el capitulo local· se anima al diálogo sobre la oración en el capítulo local, cosa que habitualmente nunca se hace, de no ser en el modo externo de los horarios. Se indica que pensar las actividades que se pueden "eliminar" para dar espacio a laoración. No me parece un planteamiento afortunado. No se trata de eliminar sino de priorizar, de percibir sentidos más interesantes, de animarse a orar y, contando con ello, organizar los otros elementos de la vida fraterna; • meditación sobre la pasión de Jesús: dice que por razones de tradición. Pero podrían aducirse razones cristológicas, ya que los relatos de la pasión son relatos adensados de teología y de experiencia cristiana y son verdaderos filones para la oración personal 79 ; 79 Quien es capaz de hacer la oración personal sobre los relatos evangélicos de la pasión y resurrección de Jesús sitúa su plegaria en el mejor topos orante. No es fácil lograrlo, pero si se consigue, los frutos habrán de ser cuantiosos.
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