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Si se logra percibir el aliento, las horas de trabajo y reflexión, que subyace al documento de proposiciones; si se logra captar la in– flexión comunitaria que se h3. querido dar al tema de la minoridad y de la itinerancia; si los hermanos intuyen el horizonte global al que se lanzan los viejos conceptcs carismáticos, habremos dado un paso notable en la recreación de los valores franciscanos. Entonces podrá brotar la esperanza, la certeza de que "el bosque ya reverdece", de que en estos comienzos del siglo XXI tiene sentido el carisma y la vida franciscana 5 • Los "huesos secos" de nuestra vieja Orden siguen encerrando en su médula el torrente de vida que siempre ha anidado en ellos. Es preciso hacer operativa en nuestro hoy esa fuerza, ese caudal. l. MARco msTóruco Los textos literarios, realidades vivas, tienen su contexto histórico que ayuda a entender mejor su contenido. Tengamos presente algunos de esos rasgos que iluminan el texto de las proposiciones del 7CPO: a) Qué es z.-n CPO Tal vez como con otras cuestiones de la Orden, con el CPO ocurre que lo que dice la legislación y lo que pasa en la realidad no son cosas coincidentes. Const 123 legish brevemente sobre el CPO y dice básica– mente dos cos3.s: el CPO ha de ser una estructura de comunión por vía del sistema de la Orden no tanto por el camino de la profecía fraterna (Const 123,1). En segundo lugar, el CPO orienta su consejo sobre todo al gobierno de la Orden (Const 123,5) que éste avala con la aceptación de sus proposiciones que son ofrecidas a los hermanos (Const 123,6). Pero, en realid3.d, lo que uno percibe en la celebración de un Consejo es 5 'Tú, arcaico C?razón,Imirapor la ventana,/mira hada el bosque/queya reverdece": B. ArxAGA, Poemas & híbridos, Madrid 1990, p.71. ITJ
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