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30. Formación permanente para la minoridad y la itinerancia La minoridad y la itinerancia son elementos de la vocación franciscana que aco-npañan siempre nuestra vida fraterna. Por consiguiente, la formación permanente tiene que profundizar constantemente en estos valores, y favorecer, además de oca– siones de actualización cultural, también experiencias concretas de cercanía con la ¡;ente y con los pobres. Periódicamente es, pues, conveniente que cada hermano se prepare para una sana renovación de su ide1tidad de consagrado y de su ministerio, con experiencias de servicio con los que sufren, de compartir la vida con marginados y con un compromiso en el campo pastoral distinto al habitual. Estas experiencias pueden hacerse en otras circunscripciones o en una misión. La formación permanente cuidará también la calidad franciscana de nuestra oración. Rezamos como verdaderos hermanos meno– res cuando estamos dispuestos a compartir la oración con la gente, cuando sabemos adaptarla a las circunstancias, bien a través de las formas culturales o bien presentando a Dios los gozos y las esperanzas, los sufrimientos y las preocupaciones de nuestros contemporáneos (cfr. GS 1). En la misma línea que la proposición anterior, se anima en esta a una formación permanente de minoridad e itinerancia enmaneras prácticas. La formación permanente es, en la mayoría de los casos, ideológica. Pero aquí se postula una formación práctica "con experiencias de servicio con los que sufren, de compartir la vida con los marginados y con un compromiso pastoral en un campo distinto del habitual". Estas "experiencias" (siempre el término), aun con las pegas propias de toda "experiencia", pueden resultar muy útiles no solamente como forma– ción sino como trabajos útiles para la renovación de la identidad y del optan actualmente por el sacerdocio?¿Únicamente por su libre decisión o porque, en parte el ambiente les induce a ello? Porotro lado, hay aquí un problema "laboral": si laProvincia solamente da salida laboral en cu~stiones de ministerio ¿cómo van a integrarse aquellos hermanos que no optan por el ministerio, en qué trabajo se van a ocupar? ¿Han de buscarse ellos por su cuenta su salida labo~al? De esta manera no es fácil ser hermano sin más. 69