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que, con frecuencia, hace parte de la convivencia diaria de la comunidad. No se hacen análisis de nuestros modos de lenguaje fraterno, pero, a veces, refleja la dialéctica del poder en formas muy marcadas. Controlar el lenguaje es una forma muy útil de construir la comunidad; • los abusos sexuales que son conceptuados más como pecado contra la minoridad que contra la castidad. Es una novedad esta manera de ver el problema, porque la castidad es algo de mucho calado como paradigma de comportamiento sexual, pero no lo es tanto la minoridad. Sin embargo, si se enfocara la cosa desde ahí quizá obtendríamos mejores resultados; • también se degrada la minoridad cuando se acepta la violencia y el sexo explícito como formas de entretenimiento. Al no entender la relación en modos de respeto y de acogida, en modos menores, no se percibe que esos comportamientos sean corrupciones de poder 63 • 23. Las persuasiones ocultas del falso poder Para salvaguardar nuestra forma de vida evangélica de "herma– nos menores" nuestras fraternidades deben hacer una valiente auto-crítica y un humilde discernimiento sobre las falsas formas de poder -político, religioso, económico- que se introducen en nuestras fraternidades y manipulan los deseos y los intereses de los hermanos, distorsionan sus relaciones "cara a cara" y los seducen con privilegios y honores, como también con beneficios económicos, fiscales y de otro tipo. Se concluye esta reflexión sobre el poder con una proposición sobre "las persuasiones ocultas" del poder, sobre las trampas sutiles con las que se infiltra el poder en las estructuras comunitarias. A nivel político 63 Supongo que en pocos textos fundacionales se habla del sexo. Una reflexión sobre ese tema podría tener su utilidad.
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