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Por consiguiente, pertenece al espíritu de minoridad que los ministros acepten la vulnerabilidad en las relaciones. Propone– mos, además, revisar y sustituir todas las denominaciones minis– teriales incompatibles con la propuesta evangélica, con nuestro ideal de minoridad y con el carácter fraterno de nuestra Orden. Esta proposición resulta un tanto confusa pero es interesante. Quizá haya que distinguir entre "ministerios fraternos" y el ministerio de la autoridad. Éste se entiende bien cuál es, el de las personas elegidas para el gobierno de la comunidad. En cuanto a los "ministerios fraternos" son aquellos, "consagrados" o no, que ayudan a la vida y crecimiento de la comunidad 60 • Dice el CPO que estos ministerios le hacen crecer a uno y a la comunidad en la "libertad comprometida" de seguir a Cristo. Incluso lo hacen en la "libertad de pertenecer" a la comunidad 61 • Desde esa libertad, tanto la autoridad, como el servicio cobran una dimensión nueva. Las tareas de los ministerios fraternos sonmuchas, según el CPO: favorecen la responsabilidad, sostienen la comunión, instan al amor inclusivo, sostienen al hermano en su proceso de fe. De tal manera que estos ministerios se vuelven absolutamente imprescindibles para la buena salud de la fraternidad. Si no existieran, la comunidad correría el riesgo de la mayor debilidad que el trabajo único de la autoridad constituida no podrá suplir. La tarea de los ministerios oficiales es más precisa, y no menos necesaria: discernimiento de la voluntad de Dios, corresponsabilidad, diálogo, programación, solidaridad, escucha, acogida, etc. Se vuelve a decir que el capítulo local es "instrumento fundamental e irrenunciable" 60 Podrían ser ministerios como éstc-s: el de quien conecta a la comunidad con el hoy social, el de quien ayuda a la formación permanente de la comunidad, el de quien ayuda a la comunidad a que no pierda la comba de la cultura, el de quien acoge en modos de hospitalidad, el de quien abre la fraternidad al mundo de los laicos, el de quien hace que la comunidad conecte mejor con la iglesia diocesana, etc. 61 Como denominaba, T. RAncLIFFE, anterior maestro general de los dominicos, al voto de obediencia.