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quien no cuenta. El uso capuchino del poder queda medido por la capacidad de inclusión, de amistad, de colaboración, de saberse parte de un todo. Excluir a la persona, al hermano, es la evidencia del poder no minorítico; • es un poder participativo. Dice el CPO que, por ello, todo el mundo puede expresar su opinión. Habría que añadir que la participación incluye, además de la libertad de expresión, la posibilidad real de participar en decisiones colectivas, en planes comunes. Incluye también el acceso a los medios que son necesa– rios para la realización de un plan; • una tercera nota es que el poder del capuchino es igualitario. En esa igualdad las decisiones del grupo se respetan y la autoridad se ve conformada por la decisión común. Para que esto se dé se requiere el cultivo de prácticas democráticas continuadas. Si no, por motivos espirituales, no se llegará a otra manera de entender el poder 57 ; • una cuarta nota es la fe en el diálogo como modo mejor no solo de alcanzar un consenso sino de desactivar los demonios del poder– dominio. El diálogo es la garantía de que el afán de dominio, verdadero componente primordial de la estructura humana, va a poder ser controlado; • finalmente, la quinta nota de esta manera franciscana de entender el poder es que sea no violento, tanto de palabra como de obra, tanto en los pequeños gestos como en las grandes opresiones. De estamanera el CPO contribuye a la creaciónde una espiritualidad que tiene una tradición distinta en la historia de la familia franciscana. Con un cierto optimismo dice el CPO que esta espiritualidad es "ex- 57 De ahí la paradoja de la Iglesia y de sus instituciones que quieren un estilo de vida fraterno pero no hacen prácticas democráticas. Ese anhelo es así imposible.

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