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Para concretar esta espiritualidad dibuja el CPO tres campos: a) la colaboración interprovincial en la formación inicial y permanente así como en temas de evangelización. Pensamos que se refiere no sólo a intercambio de experiencias, materiales o profesores en el ámbito de formación, sino también a planes relacionados en los que se vayan mezclando, ya desde los años jóvenes, los hermanos de las distintas circunscripciones. Y en cuestiones de evangelización lo mismo. b) la creación de fraternidades interprovinciales ayudará a descubrir este horizonte universal. Este terreno, aunque se han hecho pequeñas expe– riencias, estátodavíamuypor descubrir a nivel de Orden 52 • c) se propone también el intercambio de personal entre las circunscripciones. Pero ya no será hecho únicamente por razón de necesidades apostólicas u otras, como hasta ahora, sino por razones de la nueva espiritualidad de la minoridad en el marco de la globalización de la sociedad y de la Orden. Es un planteamiento distinto. Como ya había insinuado en 2b, se añade en esta proposición que las colaboraciones interfranciscanas se ven así mismo afectadas por esta nueva espiritualidadde larelaciónmenor enel marco de laglobalización. Lo mismo habrá que decir de la colaboración con los grupos seglares franciscanos y con los seglares en general. Ya no es, pues, una colabo– ración únicamente por razones de asesoramiento espiritual o de espíritu de familia franciscana, razones siempre válidas, sino, además, porque es preciso vivir hoy la relaciónmenor en el nuevo marco de un mundo y de una familia franciscana globalizados. 14. Solidaridad de personal (en periferias) La Orden ha crecido mucho en el sentido de la solidaridad del personal. El VII CPO recomienda que se mantenga este espíritu y se creen fraternidades provinciales e interprovinciales en las periferias y fronteras, donde el sistema genera una gran cantidad de pobres (emigrantes, exiliados ... , etc.). 52 ¿Existe algún tipo de ordenamiento para esta clase de comunidades?