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• "una cultura de paz" que encaje lavulnerabilidad de las relaciones sociales y cuente con ella; • un estilo de evangelización que incluya de verdad el servicio que potencia larelacióny las prácticas democráticas que lagarantizan; • el anhelo de una ética de justicia como contenido básico de la correcta relación humana; • la renovación del compromiso de utilizar el diálogo como herra– mienta del espíritu franciscano para generar comunidad. ¿Cómo hacer que estas opciones cobren cuerpo estructural en nues– tras comunidades y provincias? Esto es algo que el CPO no lo dice, pero ahí se halla el verdadero reto de esta hermosa espiritualidad. II. Vida fraterna en minoridad Al plantear inicialmente los temas del CPO hubo en la comisión voces que pedía que, por manido, no se volviera al tema de laminoridad en el interior de la comunidad y que se tocara únicamente la minoridad en relación con el hecho social, con la construcción de otro tipo de relaciones humanas. Pero pronto se vio que era necesario comenzar por este aspecto "ad intra" de la comunidad. Como se ve por el número de proposiciones 30 , el CPO trabajó ampliamente este terreno. 7. Exigencia de nuestra identidad fraterna y minorítica a. "San Francisco, inspirado por Dios, dio origen a una forma de vida evangélica que denominó fraternidad según el ejemplo de la vida de Cristo y de sus discípulos" (Const 83, 5). Él quiso que su Fraternidad se llamase Orden de Hermanos Menores (cfr. 1Cel 38) y cambió la primera denominación de "pobres menores" por "hermanos menores" (cfr. Testimonios extra– ños... Crónica de Burcardo de Ursperg), para que en la Iglesia 30 Prácticamente esto llega hasta la proposición 35. [Jo]