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fundamentaciones teológicas sería el mayor problema con el que, a nuestro modo de ver, se topó el Consejo, ya que en ellas se manifestaban tanto las discrepancias como los anhelos a lahora de enfocar la minoridad y la itinerancia. • Las proposiciones pasaban por un fuerte aquilatamiento siempre en el marco de los grupos: presentación primera en sala, vuelta a los grupos, presentación segunda en sala y debate, vuelta a los grupos y "negociaciones", presentación con debate en sala y primera aprobación, vuelta a los grupos, presentación en sala y segunda aprobación, vuelta a los grupos, presentación en sala y aprobación final, aprobación definitiva. Todo un largo proceso que deja constancia que lo propuesto, de mayor o menor valor, es algo de indudable trabajo y aquilatamiento, lo que da a las proposiciones el aval de la seriedad y del trabajo. • El texto oficial contabiliza 55 proposiciones, algunas de ellas con varias letras o apartados. Hubo hermanos consejeros que creían que era un número excesivo para que sea un documento realmente operativo. Por otra parte, en los dos últimos días del CPO se observó un aumento considerable de propuestas debido, quizá, al afán de que nada quedara en el tintero, pero con el inconveniente de hacer prolijo un documento que quería ser realmente un instrumento de práctica de minoridad e itinerancia. • La media de horas de trabajo diario era de siete horas, aunque en los últimos días se sobrepasó ese nivel. La liturgia se celebró en modos muy preparados y hubo dos celebraciones en santa Clara y una en san Francisco. La organización del Consejo obsequió a los consejeros con cuatro excursiones dominicales principalmen– te entomo a los primitivos lugares franciscanos (Cortona, Greccio, Camerino, etc).