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APARTADO PRIMERO: JESUCRISTO EL SAUCE DE CAPUCHINOS Sólo los muros permiten el murmullo de las aguas. Centinelas del silencio, los monjes rezan y callan. Carrusel del convento solitario en la vieja Pamplona amurallada, guirnalda en rama verde y plateada, templo de paz, románico sagrario. Tus ramas arqueadas son breviario de adoración profunda y delicada, hondura de misterio y paz sagrada, cenobio de retiro y relicario. Cuando te vi, cerrado en oración, mito de soledad alta y sonora, estremeciste mi alma extrovertida, Bañando de nostalgia el corazón ansioso de gozar tu luz de aurora en tu mansión serena y escondida. CANCIÓN 37 N.B. Al cruzar el portal de la Residencia Padre Esteban de Adoáin, estarás ante una majestuosa escultura vegetal: el Sauce. Entra dentro de él y, arrodillado, acompáñalo en su silencio, oración y humildad.