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GQ NÉSTOR ZUBELDÍA BARSELÓ LA CUESTA DE ENERO (ECLESIASTÉS Y EVANGELIO) Viajero de la vida, he aprendido el engaño del uso del dinero; pude comprar con él una mansión, pero nunca el hogar de mi deseo. Manjares refinados y costosos sin llegar al apetito satisfecho; una farmacia de remedios útiles pero no la salud, que es don supremo. La oscura diversión y las pasiones, sin lograr felicidad y el sentimiento; cirugías de rostro afeminado, mas nunca la belleza de mi cuerpo. El tálamo de príncipes y reyes, pero jamás el sueño placentero. Colecciones de libros y revistas, mas no pude comprar el pensamiento. Pude llenar mi casa de sirvientes, pero nunca de amigos verdaderos; hasta pude comprar un Cristo de oro, pero no al Salvador con mi dinero. ¡ Qué insensatos marchamos por la vida los que hemos puesto nuestro dios efímero en las arcas repletas y selladas del todopoderoso don dinero! (Basada en mensajes cristianos)