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APARTADO PRIMERO: JESUCRISTO EXPERIENCIA DE DIOS Con frecuencia, el alma experimenta la presencia de Dios como algo que trasciende a los sentidos. Así, el sefiuelo o nostalgia de un Dios que se insinúa en la persona, es un algo especial que queda vagamente en el alma y que ansia vehementemente unirse a Dios. La manifestación de los misterios de Dios, en claridad sorprendente, reside ahora en el alma en forma extasiada como una caricia del amor nuevo, dado en plenitud. Ningún hombre nos ha dicho qué hay más allá de esta vida, pero el corazón sabia quién estaba en la otra orilla. A tu majada yuelvo subyugado, mayoral que en la noche recogida me dejaste el alma suspendida en el eco de tu silbo apasionado. Eres ternura suave del amado, crisol que cauteriza toda herida y luz de los misterios de la vida donde vaga el espíritu arrobado. Dibujas con el mimo de una madre en el alma cautiva y extasiada el semblante de Cristo Redentor, El rostro del Espíritu y del Padre, y en la alcoba secreta y reservada le regalas las arras del Amor. CANCIÓN 19