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NÉSTOR ZUBELDÍA BARSELÓ 109 Pídele siempre al doctor la medicina en tu mal, y a Dios, con todo cariño, la salud y su amistad. 110 Cuando vayas a dormir, cuelga todos tus proyectos fuera de tu dormitorio, y así dormirás sereno. 111 Cazador sin escopeta y perro con el bozal, ¡qué bien se meten los zorros a cenar en tu corral! 112 Con la sonrisa del cielo y los besos de una madre bordaremos tu guirnalda de amor y felicidades. 113 Los ojos que no te miran son los ojos que te ven: el mirlo en el camposanto y en la solapa el clavel. 114 No te dejes agobiar en la vereda de Dios, que el espíritu descansa en los brazos del Señor. 115 ¡Quema mi alma!, le decía; y le abrasaba el Sol a mediodía. 116 Las aguas del manantial que bañan mi corazón, por mi acequia van cantando sus baladas al Amor. 117 No le preguntéis al ciego cómo ha mirado a su Amor, que nunca tuvieron ojos los arcos del corazón. 118 Voy abrazado al dolor como a hermano en mi camino, que es la canción del Maestro y de su siervo Francisco.