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APARTADO QUINTO: CANCIONES MENSAJERAS 145 79 No es pecado retomar lo que a uno le han hurtado, que es un acto de virtud corregir al que ha robado. 80 ¿Cómo es Dios?, le dijo el niño abrazando a su mamá. Es algo así como un beso... y ya no preguntó más. 81 Reserva tu rinconcito donde nadie pueda entrar; hay penas del corazón que no se pueden contar. 82 No cuelgues en tu balcón los chismes de tus vecinos, que otro balcón mostrará los tuyos y los del hijo. 83 Dichoso quien se dedica a cultivar la alegría; es un jardín que embellece el paisaje de su vida. 84 No preguntes a los hombres por la existencia de Dios, pero pregúntale a Dios quién ha creado a los hombres. 85 No eres más alto, ni bajo por la alabanza o desprecio; dichoso quien no se altera por el pensamiento ajeno. 86 La piedra que más me duele no es la piedra del vecino; es la que se ha deslizado desde mi propio edificio. 87 El amor todo lo entrega; llegué desnudo al portal y le dije al centinela: ya me ves, ¿puedo pasar? 88 Los bienes sólo son buenos, dice una vieja canción, si los compartes con todos; pero hay que entrar en acción.